Pues ya está. Se acabó lo que se daba. Los vídeos, las reuniones secretas, las declaraciones desde el tendido de Las Ventas, las fotos en el yate de Ibiza, los cabreos por salidas de pata de banco en ruedas de prensa…y eso por hablar de lo más reciente y no recordar el vídeo de hace un año de La Decisión y la reacción de los pesos pesados del Barça, que acabaron con un palmo de narices después de mojarse por la llegada del francés que se ha demorado un año. Todo eso quedará en el olvido y ahora viene el solomillo. Griezmann vestido de corto con esa camiseta que dicen que es del Barça y jugando para lograr esa Champions que se le escapó de los dedos. La Decisión ya está tomada y después de la decisión, toca la actuación. Y ésa es la que marcará la verdad del paso de Antoine por el Barça.

No se puede esconder que el fichaje del francés no despierta una unanimidad eufórica en la afición del Barça. Unos sospechan por su actuación en el polémico vídeo producido por Gerard Piqué, otros no ven claro como puede mezclar con Messi, pero también los hay que alucinan con la contratación de un jugador que está entre los mejores del mundo, un goleador que trabaja y que tiene una capacidad de liderazgo y una personalidad fuera de toda duda. Y al frente de este último grupo está Ernesto Valverde, que es el principal valedor de su fichaje. Los del sector escéptico son fáciles de convencer, en cuanto el francés empiece a embocar balones en la portería rival las dudas se disiparán. Los que le apoyan desde el principio, estarán a su lado. Dentro de unos meses, los dos años de culebrón tedioso quedarán en el olvido siempre y cuando la actuación valga más que la decisión. Está en sus manos.