A Dios rogando... y con el tuit dando

Se despidió (o lo despidieron) Lorenzo Serra Ferrer y en su caída deja como víctima colateral a José Miguel López Catalán, vicepresidente y consejero delegado del Betis. Para muchos, entre ellos el propio mallorquín, Catalán fue el detonante principal en la marcha del mito. Éste que ahora escribe ha hablado sobre el asunto en varias tertulias radiofónicas y televisivas, unos días más pro Serra y otras dándole algo de razón al club... Pero con un denominador común en todas esas opiniones: me pareció y me parece absolutamente lamentable la persecución demoníaca que Catalán ha sufrido estos días en las redes, convertidas como tantas veces en el vertedero de frustración de aquellos que no son capaces de argumentar como personas normales. Escrito queda y lo repito: José Miguel, lo que te han hecho es una auténtica canallada.

Aplaudo por tanto que el presidente Ángel Haro denunciara el acoso a su amigo y compañero en conferencia de Prensa. Y por eso mismo me sorprende ahora tanto que el club decidiera invitar este miércoles al acto de presentación de Juanmi a varios tuiteros que se han significado también por emprender otra campaña de caza y captura, en este caso contra periodistas sevillanos. Quiero entender que no hubo un filtro. Deseo pensar que se produjo un descuido en los canales de comunicación del club, que tanto y tan bien suelen tener controlados estos asuntos. Siendo así, además, existía un gran peligro: sin darse cuenta, el Betis ha podido premiar a alguno de los muchos desalmados que insultaron a Catalán durante los días posteriores al problema con Serra. Fíjense bien. Así que espero y deseo que ni una cosa (ni la otra) vuelvan a producirse en próximas invitaciones. Sería muy incongruente, a la par que sospechoso.