Laso ya come con Ferrándiz y Lolo Sainz

El Real Madrid no titubeó. Fue el campeón enérgico y con autoridad que hemos visto en estos últimos años. Justo ayer se cumplieron ocho desde que Pablo Laso se hizo cargo de este equipo en una situación de precariedad que a la gente de poca fe le hizo creer que era una simple solución austera y temporal. Desconocían que el vitoriano venía para quedarse y para dibujar y diseñar una de las mejores etapas de la historia de esta gloriosa sección de baloncesto. No hay que compararle con Pedro Ferrándiz ni con Lolo Sainz. Simplemente hay que decir que Pablo come en la misma mesa que ellos dos desde hace tiempo. Forman el tridente maravilloso de la pizarra que ha conseguido que el Madrid sea el mejor equipo de baloncesto del siglo XX y vaya también camino de serlo del XXI.

El Madrid asaltó el Palau con la autoridad que dignifica a los campeones. Los primeros triples que perforaron la canasta del equipo de Pesic, gracias a las muñecas prodigiosas de Rudy y Campazzo, fueron marcando el camino. El Madrid tenía el comodín del desempate al calor de su casa en el WiZink Center, pero este equipo no sabe especular con sus emociones. Juega para ganar de forma fanática y los egos los tiene tan repartidos que en realidad forman una unidad indisoluble preparada exclusivamente para alcanzar el objetivo. Ganar la Liga en el Palau les motivaba mucho, como sucedió en aquel título conquistado con Djordjevic en el 2000 y felizmente recordado por todos los madridistas. ¡Qué gozada estar viviendo esta época! Laso ha sabido manejar un grupo que ya ha pasado a la Historia. ¡Hala Madrid!