El fútbol de hoy tiene estas cosas: que un jugador del Atlético, criado en la casa, termine marchándose al Manchester City al calor de una mejor oferta económica. Y que un futbolista del Real Madrid, criado en las categorías inferiores madridistas, esté como loco por vestirse de rojiblanco. Ver para creer. El fútbol de hoy tiene esto. Rodrigo ha durado un año. Tiene el ADN colchonero, pero eso no le ha bastado para marcharse en cuanto ha podido. Ha hablado maravillas del Atleti, de Simeone, de su gente, de la afición... Pero se va. Para el Cholo era un jugador importante, aunque no de los imprescindibles. Dicho de otra manera. Trae los 70 millones y que tengas mucha suerte. Rodrigo estuvo bendecido desde su llegada por hinchada y prensa. Cayó de pie. Pero se va.
Marcos Llorente juega en el gran rival, su familia es madridista pero desde un primer momento ha visto con buenos ojos jugar en el Wanda Metropolitano. Y está peleando para recalar en el Atlético. Delante tiene una gran oportunidad en su carrera deportiva y no quiere desaprovecharla. Sabe la rivalidad que hay, pero también que una ocasión así no pasa siempre. Me alegraría que acabara de rojiblanco. En el fútbol de hoy no caben los sentimentalismos. El Atlético necesita rearmarse y construir un gran equipo. Y ya poco importa de dónde vengan los jugadores.