Cuando España sí es España

Hay derrotas más tonificantes que las propias victorias. Si ante Sudáfrica la Selección nunca se encontró, frente a Alemania se sintió estupenda durante mucho tiempo. Contra un adversario de la más alta jerarquía, las de Vilda se reconocieron con el balón y en el trabajo ordenado en la presión. Le faltó la sustancia imprescindible del gol, una afección de la que no se termina de arrancar. El gran mérito fue empequeñecer a una Alemania que renunció a la posesión y se conformó con proponer transiciones bajo los movimientos de Huth entre la central y lateral española. La ausencia obligada de Marozsan y la decisión voluntaria de Voss-Tecklenburg de no alistar en el once a Leupolz resultaron una declaración de intenciones y atenuaron el fútbol alemán.

España emitió señales muy positivas y despuntó su mejor juego. Vilda removió el once, con sentido, disponiendo un 4-2-3-1. Torrecilla, muy agrandada respecto a su confuso debut ante Sudáfrica, y Meseguer apuntalaron el control en la medular. Con Mariona y Alexia en las bandas, sin ahorrar ningún esfuerzo defensivo, Jenni pudo intervenir entre líneas como tanto le gusta y contó con la presencia de una referencia por delante como fue Nahikari. Aunque la delantera de la Real Sociedad no estuvo templada en la finalización, explotó con sus desmarques la escasa firmeza de las centrales germanas. La Selección fue superior, imponente en la presión con un bloque altísimo y bien perfilado que apenas dejó escapatoria a Alemania. Tuvo cuerda ofensiva en todo momento, también con los cambios. Lucía volvió a reactivar el ataque con su salida y Bonmatí ofreció piernas e ideas en el acelerón final en busca de un empate que nunca llegó. Sólo la contundencia en las áreas lo impidió. España fue España, se sintió en su ambiente, pero chocó contra la Alemania de siempre. Esa que no perdona.

Función de mediapunta

Recepción interior de Jenni, que gira y envía un balón profundo para la ruptura de Nahikari hacia la portería de Schult. Volvió a quedar demostrado que le ayuda tener una jugadora por delante.