Le Sommer y Henry fueron Mbappé y Neymar

Ni los 14 grados, ni la lluvia ni el aire empañaron el debut de Francia en su Mundial. Se notó que es su Mundial desde antes de que saltaran al césped las francesas y las coreanas. París se vistió de gala para sus jugadoras. Padres, hijos y abuelos llevaban la bandera tricolor pintada en su rostro. O con el escudo en su camiseta. 

Lo mejor llegó con los himnos. La Marsellesa puso la piel de gallina a las 45.261 espectadores que se dieron cita en este partido para la historia. Y también a los periodistas, muchos, los que estábamos allí. Las Blues no defraudaron. Fueron un volcán en erupción que cubrió a las coreanas de principio a fin. No les dejaron ni respirar. 

Por un día las estrellas que deslumbraron al mundo en el Parque de los Príncipes fueron Le Sommer, Henry, Renard... no Mbappé o Neymar. Hace unos meses reclamaron más protagonismo. Que les gustaría jugar la liga en los grandes estadios. Hoy se lo han ganado. Han demostrado que calidad tienen y que afición también. Tienen todo para triunfar, tienen todo para brillar en Francia.