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El Madrid y el precio de la terapia

Salir de la depresión no es cosa sencilla. Ni barata. Uno tiene que analizarse a conciencia, identificar su problema, reconocer su culpa, trabajar en superar el bache y, sobre todo, pagar mucho dinero. Porque la mayoría de las terapias son tan eficaces como costosas. Por ello, conviene desprenderse de lo accesorio para que las cuentas cuadren. Es lo que tiene planeado el Madrid, hacer caja para asumir un gasto importante y recuperar la salud deportiva, pero sin enloquecer, que hay un estadio que remodelar. 

En ese pulso, como leen en As, está ahora con el Chelsea por Hazard. Siempre hubo inflación cuando el postor era el Madrid, pero ahora el club es firme y no quiere que la crisis y la necesidad de refuerzos sea una invitación para asaltar las cuentas blancas. Como en toda la negociación, los dos brazos cederán, aunque el Madrid juega con el impulso dado por el propio jugador después de ganar él solito la Europa Legue: "Es momento de nuevos desafíos". Lo que llevado al diccionario Hazard-Español Español-Hazard se traduce como: "Roman, Marina, déjenme salir y fichar por el Madrid". La carta definitiva para acelerar la operación.

El Madrid pretende presentarlo la próxima semana después de cerrar el acuerdo en alrededor de 100 millones. Considero que es un precio de ocasión (incluso los 120 que pide el Chelsea), viendo cómo está el mercado, por un jugador diferencial, de esos que te ganan un partido con un destello, de los que no juegan oprimidos por rigideces, de los de conducción efectiva en carrera, de los que marcan goles. Por un crack, en definitiva. Y se llama Eden. ¿Casualidad? No lo creo... 

Eso sí, no será el único desembolso. La terapia Hazard es indispensable aunque conviene complementarla con varias clases de apoyos. No creo que el Madrid necesite tanto una revolución como cuatro o cinco inyecciones de energía. Un tratamiento por el que Florentino deberá desempolvar un talonario que no funciona a pleno rendimiento desde hace cinco años, cuando fichó a James (80 millones). Ahora, aunque sin dar muestras de desesperación, volverá a tirar de él. Algo que antes de zambullirse en esa espiral de ahorro que adelgazó la plantilla en los últimos dos años hacía con soltura. Hasta ese fichaje de James y desde su regreso en 2009 gastó 632 millones en 30 fichajes. Muchas de esas compras contribuyeron a las cuatro Copas de Europa de cinco posibles conquistadas en el último gran ciclo brillante del club. Florentino, por tanto, ya sabe que el camino para salir de la depresión (deportiva) no es sencillo y tampoco barato.