Un mito, muy involucrado en el Pucela
Apareció Ronaldo Nazario en la redacción de AS con la sonrisa puesta, siempre dispuesto a hacerse fotos con todo el que se lo pide y consciente de la admiración que produce. Fue el brasileño que hemos conocido esta temporada en Valladolid. Ni una mala palabra, ni un gesto de cansancio, ni un reproche, siempre sonriendo. En la ciudad del Pisuerga todavía los hinchas del Pucela se frotan los ojos al ver cómo el carioca se ha convertido en uno de sus mejores embajadores en el mundo y cómo sus proyectos llenan de ilusión a una afición carente de "grandes gestas" que hagan su historia, como dice el himno blanquivioleta. Muchos proyectos, mucha ilusión y mejora de presupuesto. El hecho de haber conseguido una "sufrida" permanencia le han inoculado, más si cabe, la pasión por un club en cuyo horizonte se atisban momentos de éxitos y glorias. Ronaldo, como buen empresario, quiere hacer cosas y las quiere ya. Reformar el estadio, mejorar una de las ciudades deportivas y construir una segunda, que haya 3.000 niños y niñas jugando en sus campos y hacer una plantilla para soñar son algunos de los planes que el brasileño tiene en mente. Para ello hace falta dinero y este debe llegar del marketing y de la creación de marca. Pronto se verán los resultados.