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El éxito del fútbol inglés

En el deporte de élite, pensar que las cosas suceden por mera casualidad es desconocer lo complicado que es llegar a tener éxito en un ámbito con tanta competitividad y tanta igualdad como es el fútbol a nivel europeo. Vamos a tratar de escarbar en la superficie para poder encontrar algunos de los factores que han llevado al balompié británico a reinar este curso en el continente, logrando meter a cuatro equipos en las respectivas grandes finales, la de la Champions League y la de la Europa League.

La paciencia con los técnicos. En este apartado nos ganan por goleada. El respeto por la figura del entrenador, la apuesta a largo plazo que hacen por sus proyectos y la paciencia si los resultados no llegan de forma inmediata, es absolutamente contrapuesta a la que tenemos en España. Algunos ejemplos muy clarificadores:

Klopp llega a Liverpool, en su primera temporada termina octavo en Premier, sí, ¡octavo!, es eliminado en dieciseisavos de la FA Cup (la Copa inglesa) por el West Ham y pierde la final de la Europa League contra el Sevilla. Aquí ya estaría más que despedido. Pero es que en su segunda temporada acaba cuarto en Premier y vuelve a caer en dieciseisavos de la Copa contra el Wolverhampton. De nuevo, estaría en la calle. Ya en la 17/18 es otra vez cuarto en liga, aunque consigue llegar a la final de Champions en la que cae derrotado ante el Real Madrid. Es en este curso donde hemos podido ver a su Liverpool y a su modelo de juego en su máximo esplendor, logrando una puntuación histórica en Premier, que seguramente no la gane, y llegando a una nueva final de Champions. ¿Ha merecido la pena esperar? O si no gana este año la final, ¿será un “fracasado” como dicen aquí con suma facilidad? Lo que está es claro que su proyecto en España no hubiera tenido continuidad.

Pochettino suma su quinta temporada en el Tottenham. En su primer año queda quinto el liga, en su segundo curso acaba cuarto y es eliminado en octavos de final de Europa League. De nuevo, aquí su proyecto estaría en entredicho. Ya en su tercera temporada consigue alzarse al segundo lugar de la Premier, pero cae en fase de grupos en la Champions. El curso pasado logra terminar tercero y cae en octavos de la máxima competición europea ante la Juventus. Con todo esto, el club londinense le ofrece una renovación a largo plazo que firma el pasado verano y ya en la presente temporada puede llevar al Tottenham a conseguir su primera Champions, título que jamás en su historia ha podido conseguir.

Guardiola acaba tercero en la competición doméstica en el año de su llegada y cae en octavos de Champions contra el Mónaco. El curso pasado consigue de manera brillante la Premier pero cae con estrépito en Europa ante el Liverpool y en la actualidad está a una victoria de otra liga, pero con otra eliminación a manos del Tottenham en la máxima competición europea. ¿Seguiría teniendo crédito en un grande de España con estos resultados? Seguramente estará cerca de poder llevar a los de Manchester a una gran final de Champions si siguen apostando por su proyecto.

El estatus de los futbolistas. Esta edición de la Champions ha sido el triunfo de los equipos donde premia lo colectivo, conjuntos que van todos a bloque, que le imponen un ritmo infernal al juego y donde ningún futbolista tiene privilegios ni más importancia del técnico. En el Ajax, Liverpool o Tottenham no hay ningún jugador más importante que el entrenador, que haya que tener “contento” o eximirle de ciertas obligaciones colectivas, sobre todo en lo defensivo. Ninguno de estos equipos que he nombrado tiene jugadores del nivel individual ni del estatus de Messi, Neymar, Cristiano, Neymar, Mbappé…pero han jugado mejor y han mostrado, más Ajax y Liverpool que Tottenham, un futbol moderno, atractivo, con ataques rápidos, con un ritmo de juego con y sin balón terrible, con un compromiso colectivo en lo táctico y en el esfuerzo absolutamente envidiable. Creo que por ahí está el camino a seguir, en la calidad puesta al servicio del bien común, en la humildad de remar todos en la misma dirección cuando llegan las curvas y en que ningún ego esté por encima de lo propuesto y exigido por el entrenador.