San Blas-Canillejas, un barrio popular y la peña que nació en la calle Tejedores
Un barrio obrero. San Blas es uno de los 21 distritos que constituyen el área metropolitana de Madrid. Desde 2012 pasó a llamarse San Blas-Canillejas, al anexionarse el que fue considerado pueblo hasta 1949, uno de los más antiguos de la Comunidad. El barrio entró en 1958 en la llamada 'Operación Gran San Blas', de la mano de la Obra Sindical del Hogar. Se construyeron 20.000 nuevas viviendas, que fueron ocupadas por parejas jóvenes y por obreros llegados de toda España. El hacinamiento y el paro juvenil convirtieron a San Blas en un foco conflictivo en los años 80, pero tras aprobarse el 'Ensanche Este' ha recibido un impulso total reflejado en sus infraestructuras (aquí está el Wanda Metropolitano), colegios (públicos y privados) y la calidad de la vivienda. También ayudó que en varias ocasiones fuera Madrid candidata olímpica, lo que facilitó las mejoras en el barrio al haber acogido, si se hubiese dado el caso, bastantes competiciones. San Blas-Canillejas tiene una población censada de 154.357 habitantes. Ahora es un barrio activo, emprendedor y dinámico.
La peña. Arrancó con una cena de gala, celebrada el 11 de noviembre de 1972 (el precio del cubierto: 325 pesetas). Adoptaron el nombre de Peña Gran San Blas, demostrando así su identificación y compromiso con el barrio. De hecho, la primera sede de la misma se ubicó en la calle Tejedores, en el bar Chiquito. Casi 50 años después, ahora centran sus actividades en el bar Supera, en cuya planta baja reposan docenas de trofeos, pósters, símbolos y cuadros madridistas, aparte del busto de este humilde servidor, obra de Pedro Montes, el escultor que hizo la estatua de bronce de Di Stéfano en Valdebebas, que pesa más de 400 kilos. El actual presidente, Fermín de la Morena, lleva en el cargo 45 años (desde 1974): "Roncero, al principio los madridistas del barrio teníamos que coger dos autobuses para ir al estadio. Se hacía eterno. Pero gracias a la peña iba uno directo al Bernabéu y lo llenábamos siempre".
Anécdota. Fermín recuerda que por las penurias económicas decidieron un año hacer la cena de aniversario cobrando el cubierto a las mujeres de los socios. "Se agarraron tal enfado que al día siguiente se borraron la mitad. No volvimos a hacerlo, je, je". A su lado sonríe Luis Canet, el veterano tesorero que piensa estar en las Bodas de Oro para gritar alto y con orgullo sus dos palabras favoritas: "¡Hala Madrid!".