El Deportivo se impulsa de la nada

El Depor selló en La Romareda su segunda victoria seguida. Un triunfo que lo deja en playoff al menos hasta el lunes, cuando se juega el Cádiz-Málaga. Explicar la manera de lograr los tres puntos ya es algo más complicado, porque el partido de los coruñeses fue plano. Dominado por un Zaragoza al que se le regalaron mil balones, con escasas rachas de buen juego, agarrado a la grandeza de Dani Giménez y catapultado por su único remate a puerta. Poco importa, porque cuando un equipo viene de las catacumbas lo único que cuenta es el resultado, es ganar.

Buena parte de culpa de estos tres puntos de oro la tiene Martí. No por su alineación, tampoco por el planteamiento; por su fe en Pedro, el héroe de esta victoria. Cuando el cuarto árbitro levantó el cartel del cambio del alicantino por Carlos, mi móvil echó humo inundado de whatsapps. Por resumir y no herir: 'Este tío se conforma con el empate'. Pues no, Pedro apareció en una gran jugada colectiva para hacer bueno aquello de llegué, vi y vencí. Y así, el Depor se reengancha a la lucha tras sumar dos triunfos consecutivos lejos de casa. Ahora, el siguiente reto es acabar con la maldición de Riazor. Y lo de jugar bien... bueno, mientras se gane siempre habrá tiempo para mejorar.