Generación 2002: sólo uno del Barça
La época gloriosa de la Selección tuvo al Barça como espejo en cuanto a estilo. La Roja, y por extensión La Rojita, jugaban como el conjunto catalán. El cambio de rumbo del actual fútbol pone en entredicho ese método. Hasta Valverde triunfa en la Champions con un librillo más conservador, uno en el que Vidal es titular en partidos importantes y la posesión no es tan trascendental como antes. La Masía sigue produciendo talento, pero ni el propio Valverde en el primer equipo, ni Luis Enrique en la absoluta ni los técnicos de las inferiores apuestan por él como se hacía. La Sub-17 de David Gordo, que mañana debuta en la Euro, es el ejemplo más potente. Sólo un futbolista (Álex Rico) procede del Barça y hay que irse muy atrás para ver una representación culé tan escueta en esta categoría del fútbol base.
La realidad es que Rico es un Xavi en toda regla, el clásico centrocampista con inconfundible ADN de La Masía. Pues bien, ni siquiera eso le asegura ser fijo en un equipo en el que Gelardo (Villarreal), Turrientes (Real Sociedad) y Navarro (Mónaco) apuntan a titulares en la medular. También es cierto que el propio Navarro o el delantero Pablo Moreno dejaron la cantera culé con 16 años por irse a Mónaco y Juventus, otra de las sangrías que están haciendo daño al Barça: la fuga de talentos. Es por eso que las estrellas de esta generación 2002 pertenezcan a otros equipos y no al Barça como antaño. Quédense con los nombres del citado Robert Navarro, Germán Valera (Atlético), Yeremi Pino (Villarreal) o Jordi Escobar (Valencia). Un equipo bonito que busca Euro y Mundial. Eso sí, sin el aroma Barça de antes.