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Ignacio Camacho

Pochettino se equivocó

El argentino se equivocó en su planteamiento. El 3-5-2 con el que salió de inicio fue absorbido por el Ajax en los primeros 30 minutos de encuentro.

Ignacio Camacho
Redactor de Fútbol Internacional de Diario AS desde 2018. En 2013 entró en AS como becario y en 2015 hizo el Máster UAM-El País, que le permitió volver a entrar en el diario en 2016. Desde entonces AS es su casa. Escribe de fútbol internacional, las categorías inferiores de la Selección y, cuando le dejan, de cine.
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Es fácil decirlo a posteriori y desde el salón de casa pero visto lo visto, Pochettino se equivocó en el planteamiento del partido. El argentino es un magnífico estratega pero el 3-5-2 con el que salió su equipo de inicio fue absorbido por el Ajax en los primeros 30 minutos de encuentro. El conjunto de Ten Hag, con su inamovible 4-2-3-1, dominó todas las áreas del campo en esa primera media hora de juego, en la que además de encontrar el gol, no recibió ninguna ocasión, ganó todos los choques y se llevó todos los balones divididos.

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La lesión de Vertonghen lo cambió todo. Pochettino se dio cuenta de que su equipo necesitaba reaccionar y apoderarse del medio del campo. A falta de jugadores técnicos que pudieran disputar de tú a tú la pelota a los De Jong, Van de Beek, Neres y compañía, la solución fue clara: meter músculo. En sustitución del defensa belga sacó a Moussa Sissoko. Y se notó. Desde la entrada del medio francés, el Tottenham igualó fuerzas. El nuevo 4- 4-2 fue poco a poco encerrando al Ajax en su campo. Nunca llegó a controlar el juego del todo, pero al menos mantuvo a los holandeses a raya a base de practicar un juego muy directo. Obviamente, se desprotegió  atrás, pero era un riesgo que con 0-1 había que correr.

Claro está, es difícil revertir una situación complicada en una semifinal de Champions sin tus dos mejores atacantes. Lucas Moura y Llorente no jugaron mal, pero no son Kane y Son. A la mejora del Tottenham en la segunda parte le faltó garra, pero poco podía hacer el técnico argentino, que miraba a su banquillo y no encontraba soluciones ofensivas mejores que las que tenía en el campo. Sea como fuere, Pochettino tiene una segunda oportunidad. Doble o nada en Ámsterdam. Allí llegará con Son y con la lección aprendida. 

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