Coutinho se une al festival Messi
A veces el fútbol le sirve a los hombres, futbolistas incluidos, para reivindicarse sobre el brillo de las cenizas de pasadas decepciones. Coutinho lleva una temporada en la que casi todo lo que se propuso se diluía nada más nacer. A su lado, Messi ha sido una sombra magnífica, un ejemplo de una regularidad que se llama sobresaliente.
Esta vez, ante el Manchester United, Coutinho mostró un repertorio del entusiasmo que lo llevó a la élite del fútbol. No sólo marcó un gol extraordinario, bellísimo, sino que se sumó al juego con una voluntad que, en algunos momentos, parecía contagiada de la calidad de su compañero de juego.
Ese gol reivindica a Coutinho como futbolista capaz de generar peligro con un suspiro. Se rebeló (¿contra la grada?) a la hora de celebrarlo, sólo sonrió cuando Piqué le pidió que alegrara la cara, y en medio de esa melé de los afectos aceptó el cariño con el que lo acarició Messi.