Tetracampeones de Europa

Al regreso de Berlín, con la serie igualada, nadie quería oír hablar de aquel tercer partido de hace dos años, cuando el Unicaja Málaga remontó 13 puntos en 9 minutos en un final inverosímil y se llevó la Eurocup de La Fonteta cuando el público ya lo saboreaba. “Esta vez estamos bien y eso no va a ocurrir”, se repetían los aficionados. No querían oír hablar de aquel golpe, pero todos lo tenían presente. Con ese amenazante antecedente en la memoria, y con la amargura de la prórroga perdida en la capital de Alemania todavía en el paladar, el Valencia Basket salió este lunes atenazado y encajó un parcial de 0-11. Todos los fantasmas resucitaron, aunque la angustia duró poco. Un triple de Dubljevic al inicio del segundo cuarto puso por delante al anfitrión (20-18) y ya no perdió la ventaja en todo el encuentro.

El Valencia condujo el resto del duelo con solvencia y con unas cómodas ventajas que alcanzaron los 28 puntos de máxima renta. Los de Ponsarnau se habían mostrado superiores en el compendio de los dos choques anteriores, pero había que rematarlo en la cancha. Y lo hizo sin más sobresaltos. Dubljevic se puso la capa de líder, machacó al Alba Berlín y encandiló a la afición local, que volvió a teñir la Fuente de San Luis de naranja, a ritmo de charanga. El Valencia logra así su cuarto título continental, su cuarta Eurocup (antes Copa ULEB), que viene acompañada de un billete a la Euroliga. Un póquer de récord. La ciudad del Turia se merece esta alegría, porque se desvive por el deporte. Y en particular por el baloncesto, que crece y crece con el mecenas Juan Roig. Que bote, que bote, que bote La Fonteta.