El Eibar se quedó muy pequeño
Desde el calentamiento, la cosa no pintaba muy bien para el Eibar. Pedro León, emocionado por el regreso al Bernabéu, volvía de su calvario por las lesiones con la ilusión de un juvenil. Lo ha pasado tan mal (antes vino el desprecio de Mourinho y la retirada de la ficha en el Getafe por el tope salarial) que su presencia era un subidón para el equipo. Pero notó una molestia en el calentamiento y volvió a verse en el centro de la desgracia. Lejos de sentirse huérfano el grupo, quiso apretar los dientes para dedicarle una gesta. Pero en la batalla cayó Ramis y eso ya es irreparable.
El conjunto armero quedó en manos de Sergio Álvarez, un jugador que no acaba de convencer a Mendilibar. Improvisó de central junto con Oliveira, que tampoco ha alcanzado la regularidad exigida por su pedigrí. En los centros laterales no fijaron a Benzema, que sobrevoló sobre pares muy pequeños como De Blasis, que estrenó demarcación como lateral, y Peña, impotente en el 2-1. Al menos, como en la primera vuelta, Cucurella fue un martillo desde la izquierda. Se mostró muy incisivo por la banda. Se entendió muy bien con Sergi Enrich, Cardona y un Escalante que visitó más que nunca el área rival. Mendilibar arriesgó con seis novedades respecto al partido contra el Rayo y le funcionó. Lo de meter a Cardona a última hora también le salió redondo.