Finura en el pase y evitar que Parejo saque su guante
Mucha precaución con las pérdidas. Hay una gran diferencia entre perder balones cerca de tu propio campo o hacerlo cerca de la portería rival de cara a evitar contras peligrosas. Los equipos de Marcelino son muy eficaces atacando los espacios y castigando las pérdidas de pelota en zonas comprometidas, por lo que el acierto y la finura en el pase serán determinantes para que el Valencia tenga que defender más cerca de Neto y que su amenaza sea menor, al tener que recorrer muchos más metros hasta la portería de los hombres de Zidane.
Vigilancias defensivas. Un equipo tan ofensivo como el Madrid, cuando se enfrenta a un conjunto que contraataca tan bien como el Valencia, debe equilibrar muy bien sus ataques. Siempre se debe quedar por lo menos un defensor más que atacantes deje descolgados el Valencia, que suelen ser sus dos delanteros. Por lo tanto, Casemiro o el lateral del lado por donde no se esté llevando el ataque deben responsabilizarse de esta labor de vigilancia.
Superioridad en el centro del campo. El Real Madrid debe intentar generar superioridad numérica en el centro del campo, incidiendo especialmente en buscar el espacio que existe entre los dos mediocentros y los centrales del conjunto che. Bien con alguno de los extremos metiéndose por dentro, con algunos de los volantes o con el propio Benzema descolgándose desde su posición de nueve.
Eficacia de cara a gol. El Valencia de Marcelino lleva la mejor racha de partidos invicto en las grandes Ligas europeas (son 16 encuentros hasta el momento). Este dato habla por sí solo de su estado de forma y de lo que cuesta mandar a la lona a los valencianistas. Concede muy pocos goles y muy pocas ocasiones de gol en contra, por lo que la eficacia y el acierto del contrario si llegan esas situaciones será todavía más importante de lo que ya es de por sí.
Balón parado. En la medida de lo posible habrá que evitar cometer muchas faltas cercanas a tu propia portería, ya que Parejo es uno de los grandes especialistas del fútbol europeo. Tiene un guante en su pie derecho, tanto para ejecutar de manera directa como para asistir en faltas laterales y córners.