Solskjaer liberó a Pogba y Sarri agotó la paciencia de Hazard

Paul Pogba llegó del Mundial con la esperanza de que su entrenador, José Mourinho, le diera libertad y protección para poder liderar al equipo a su manera. Tras ganar el título en Rusia, cualquier otra cosas no le cabía en la cabeza. Pero el portugués insistió en darle obligaciones, en repartir palo y zanahoria, en quitarle el brazalete de capitán. Mourinho identificó a Pogba como la estrella a la que estrellar para dar ejemplo. El francés no respondió bien al reto y la relación se rompió. Ole Gunnar Solskjaer le ha puesto dos guardaespaldas (Ander Herrera y Matic) para que se exprese y ha marcado nueve goles desde su llegada. Por todo ello, el Manchester United no tiene intención de desprenderse del centrocampista.

Eden Hazard no tenía claro que otro entrenador italiano fuera lo mejor para su juego. Harto de Antonio Conte, con Maurizio Sarri el belga se ha encontrado otro preparador que le exige muchísimo, que le pide que respete su posición sobre el campo, que le da una larga lista de comportamientos sin balón (y que le dejó en el banquillo el fin de semana). Vuelve a estar harto y Sarri siente que, pese a haberlo intentado, ya no llega a su futbolista. Pese a ello y a cierta irregularidad, esta es una de sus mejores temporadas, al menos en cuanto a goles. Lleva 16 goles en 40 partidos en todas las competiciones.