Bonello no se llevó 12…

Fin al mal fario. Álvaro Morata es un delantero especial. Necesita sentirse arropado por su técnico, por sus compañeros, por su entorno. Si le das calor y confianza, es una máquina de hacer goles. Por eso, me gustó mucho la defensa que de él hizo Luis Enrique tras el partido del sábado en Mestalla. Morata tuvo media docena de ocasiones claras, pero no le entraron. De hecho, todos los partidos del técnico asturiano como seleccionador se habían saldado con la cuenta goleadora de Morata sin estrenar. Otro entrenador, posiblemente, le habría sentado en Ta'Qali. Pero Luis Enrique es un técnico al que le gustan los retos y ha triunfado con el guion de la película Salvad al soldado Morata. El delantero rojiblanco (ex del Chelsea, ex del Madrid, ex de la Juventus...) respondió a ese guiño con un doblete que tiene su peso. Esos dos goles valen un liderato provisional, con los suecos ya rezagados dos puntos atrás. Mejor empezar a andar sin renglones torcidos.

Ánimo, Lucho. Horas antes del partido, Luis Enrique salió rumbo a España nada más arrancar la jornada. Un asunto familiar grave. Más que justificada su ausencia. Como bien le dijo el capitán Sergio Ramos en un tuit "la familia es sagrada".

'Holidays' en Malta. Eso me recuerda que tuve la fortuna de estar de vacaciones con mi familia en Malta en el verano de 2010. Una isla que te atrapa por su cordialidad, por sus acantilados cristalinos, su comida mediterránea, su sencillez... De fútbol hablan lo justo. Siempre estuvieron en la Segunda B del fútbol europeo. Por supuesto, ni les mencioné el 12-1 del Villamarín. Hay cosas que es mejor dejarlas en el desván de la memoria. Además, como españolazo que me siento me parecía que tampoco había mucho de qué presumir. Fue una gesta, vale, pero ante una selección casi amateur de una isla turística que apenas tiene 470.000 habitantes, la mitad de los que posee Valencia. De hecho, Malta alcanzó su independencia y es una nación reconocida como tal desde 1964. Justo el año en el que España ganó la Eurocopa ante la granítica URSS, con el mítico gol de Marcelino a Yashin en el Bernabéu. Malta sólo tiene 55 años de historia como país que navega en solitario. Su fútbol, lógicamente, va poco a poco. ¡Ánimo, malteses!

Bonello júnior. Su padre, John Bonello, ocupó un hueco importante en la memoria de los de mi generación. Un servidor tenía 18 años cuando la noche legendaria del 12-1 a Malta. Les juro que pese a la docena que se llevó, el bueno de Bonello apenas pudo hacer nada en los goles y fue de lo poco salvable de los malteses. España estaba deprimida por la agitada situación económica y política, por un reciente accidente aéreo en Mejorada del Campo y por el reciente fiasco del Mundial celebrado un año antes en nuestro territorio. Nada invitaba a ser optimista. Pero Poli Rincón, Santillana, Maceda, Señor y compañía dibujaron la hombrada. ¡Qué noche la de aquel día!

Cuchillo Navas. Bonello júnior cumplió con creces, aunque en el 0-1 pudo hacer algo más. Lo que le volvió loco es la entrada al campo de Jesús Navas. El cuchillo de Los Palacios está en su segunda juventud. Revival más que justificado. Su pase a Morata en el 0-2 fue una golosina. Y hablando de veteranos, Sergio Ramos jugó en Ta'Qali su partido número 163 con La Roja. Casillas está a tiro (167). Estos veteranos que no se rinden marcan el camino a los chavales. ¡Vamos España!