La linda Copa, Mickey Mouse y Disney
Lionel Messi lo dijo la tarde en la que el Barcelona se presentó ante su afición el pasado mes de agosto. El genio agarró el micrófono y desafiando al sonido del retorno de los altavoces se dirigió al pueblo culé y a los miles de turistas que llenaron el Camp Nou para ver la pachanga ante Boca Juniors. "Prometemos que haremos todo lo posible para que esa copa tan linda y tan deseada por todos vuelva a estar acá" fue textualmente lo que dijo. Y claro, el culé se vino arriba y se puso a soñar.
El crack está con hambre y salió con esa mirada tan peculiar que atemoriza a cualquiera. Achina los ojos, se pasa la mano por la boca, peina su barba y ataca cuando ve un hueco. El plan de Génésio no valió para nada. La Pulga vio el hueco y se lo pasó en grande. Marcó e hizo lo que quiso, eso sí, presionando cuando el Olympique Lyonnais apretó con el 2-1 y creyó en la machada de tumbar al Barça, como el Ajax lo hizo la semana pasada al Madrid.
Luego, con una gorra de Mickey Mouse, atendió a los medios. Estaba feliz. Si el foco nocturno del martes fue para Cristiano Ronaldo (hat trick ante el Atlético), el del miércoles lo reclamó Lionel. Repasó en pocos minutos el partido y elogió al portugués, que no tuvo un cierre de partido muy educado con los hinchas del Atléti que viajaron a Turín. Calificó de "noche mágica" lo que hizo su eterno rival, mientras él, feliz, con dos goles y dos asistencias, sigue creyendo en traer a casa "esa Copa linda y tan deseada". Messi es como Disney y todo lo hace mágico. Por eso lo quieren y admiran todos los niños del mundo.