La sonrisa de Lim con Marcelino

El Valencia afronta el partido contra el Girona en el mejor momento de la temporada. Es cierto que el gol del Krasnodar produjo un ‘efecto bajonazo’ porque, pese a empatar consecutivamente ante Espanyol y Real Sociedad, la sensación era que tras la remontada ante el Getafe, en Copa, todo salía según lo previsto. Justo al contrario que al principio de la temporada en la que los astros se alineaban para que los ché empataran en la mayor parte de los casos y algunas veces, como contra el Girona precisamente, perdieran. El caso es que ahora todo sale, incluso se gana cuando está Peter Lim en el palco. Un Lim, que como los políticos, había evitado la fotografía con Marcelino en los meses de zozobra. De hecho, se lo habría cargado hace no tanto de no intermediar Mateu Alemany en un viaje a Singapur.

Sin embargo, el pasado viernes, cuando ya sale el sol por Mestalla y se ve en el horizonte una final, 11 años después, los medios oficiales del club publicaron con avidez una instantánea del propietario de la entidad, sonriente, con el artífice de ese éxito. No obstante, tampoco hay que echarle nada en cara al magnate de Singapur. Más bien al contrario. El hecho de haber hecho caso a su ejecutivo de confianza, al que contrató él para que le diera coherencia a una de sus empresas, el Valencia, que navegaba a la deriva, le empodera. Quizás esto estaba pensando el singapurense mientras lucía sonrisa, agarrado al hombro de Marcelino. Lo que se estaría perdiendo si aquel día no hubiera aceptado la sugerencia de Alemany y sí la de otros ejecutivos del club. Una decisión que ha cambiado una temporada.