Un futbolista canchero

El lenguaje del fútbol se va poblando poco a poco de términos que nos llegan de Hispanoamérica, lo cual constituye una gran riqueza y contribuye a unir las dos orillas de este deporte.

Uno de esos vocablos adoptados acá pero nacidos allá es "canchero", adjetivo que, según la primera acepción, equivale a "ducho y experto en determinada actividad".

El Diccionario precisa que se emplea en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, pero no menciona a España (quizás porque el radar de la Academia no atiende mucho a la prensa deportiva).

"Canchero" procede obviamente de "kancha", una palabra hispana ya a todos los efectos pero que pertenece al quechua, lengua precolombina hablada en Perú, Bolivia y zonas de Colombia, Ecuador, Chile y Argentina.

En quechua, "kancha" significa "recinto" o "cercado". Y se pronuncia igual que lo hacemos nosotros. Las lenguas indígenas nos regalaron muchas palabras y sonidos, y el español a su vez les dio la grafía, pues aquellos idiomas no se escribían ni tenían alfabeto.

El Diccionario académico define "cancha" así: "Espacio destinado a la práctica de ciertos deportes y otros espectáculos".

Ese vocablo ha ido progresando en el idioma español y ha formado expresiones como "dar cancha" a alguien, que equivale a "reconocerle capacidad de actuar conforme a su voluntad en determinado asunto"; o "estar alguien fuera de cancha", que significa "no estar preparado o entrenado para algo determinado".

En cuanto a "canchero", el Diccionario de Americanismos, elaborado por las Academias de aquel continente, recoge también acepciones específicas de algunos países de allá: persona habilidosa; persona desenvuelta, segura de sí misma; persona que tiene facilidad para hacer amistades, persona hábil en algunos deportes; persona que actúa con astucia o con osadía para obtener alguna ventaja…

Y un futbolista "canchero" es para nosotros el jugador oportunista, que obtiene más por habilidoso que por fuerte y que tira de experiencia en los momentos difíciles. Los jugadores "cancheros" saben cómo administrar una ventaja exigua, enlentecer el juego o sacar un beneficio grande de detalles pequeños.

Por tanto, este adjetivo se reserva por lo general para los veteranos, pues raro es el novel que reúne tales condiciones. En el lenguaje taurino se aplicaría al torero de quien se dice que "está muy placeado". Y en el teatro, al actor que "tiene muchas tablas".

Con el paso del tiempo, "canchero" se ha convertido en una palabra nuestra. Por tanto, valdría la pena precisamente darle cancha en el Diccionario.