Mejoría. El Atlético jugó un buen partido ante el Villarreal y se hizo con tres puntos vitales de cara a seguir peleándole LaLiga a un Barcelona que no pierde. Los de Simeone hicieron, en líneas generales, un buen encuentro y el equipo no acusó el esfuerzo por el choque de Champions frente a la Juventus. El Cholo introdujo algunos cambios con respecto al equipo que ganó el miércoles al conjunto italiano y el Atlético respondió. Pudo, por fin, ganar a un rival que se le da muy mal. Desde el 29 de abril de 2015 el Atleti no ganaba al Villarreal. El Wanda Metropolitano tuvo una entrada de 59.114 espectadores que disfrutaron con los suyos. La mejoría del equipo es evidente y el Atlético, tras las derrotas frente a Betis y Real Madrid, parece otro. Es normal, ya que tiene a Koke, a Diego Costa y al fichaje de invierno, Morata. La sensación es que este equipo puede ir a más y darle alegrías a sus aficionados. La semana ha sido mágica, con los triunfos en Champions y ahora en el campeonato liguero. Una semana que acaba con un equipo al alza, lleno de moral y que gana mucha confianza en sus propias posibilidades.
Koke. El Atlético supo manejar bien el partido, tuvo ocasiones, con cuatroremates a portería, con buena posesión, más allá de la mitad, con buen repliegue... Y quién sabe si la mejoría del equipo se debe a la aportación de Koke, ese jugador que parece no está y que la proporciona un plus a su equipo. Koke le da pausa, tranquilidad y ese último pase en el momento que el conjunto lo necesita. El campeonato está complicado, pero mientras hay vida hay esperanza. Hay que esperar un pinchazo del Barcelona para darle emoción a la lucha por el primer puesto. Toca descansar y coger fuerzas para el choque del fin de semana ante la Real Sociedad. Y que Costa vaya poniéndose en su mejor forma.
Morata. El delantero había marcado dos goles con anterioridad, aunque no subieron al marcador. Contra el Madrid y la Juventus le anularon dos tantos que para muchos fueron legales. No para los colegiados ni para el VAR. Tampoco le señalaron dos penaltis, uno muy claro, ante el Betis, y otro dudoso, frente al Madrid. Parecía que el gol de Morata no iba a llegar nunca. Pero el tanto que marcó ante el Villarreal no había árbitro ni VAR que lo anulara. La jugada empezó en una banda, con Griezmann abriendo a Arias y acabó en la otra, con el pase de Filipe Luis y el remate final de Morata. Un gol por paciencia, elaboración y remate. Morata lo celebró a lo grande, como no podía ser de otra manera. En la entrevista a As previa al partido de Champions ya dijo que su primer gol con el Atlético era muy importante y que estaba como loco por marcarlo, aunque también dijo que le daba igual no marcar si el equipo ganaba. Morata hizo su primer gol de rojiblanco, este tanto que nunca olvidará. El Wanda Metropolitano lo festejó a lo grande.
Homenaje. Desde el fondo sur hubo una pancarta de apoyo a Ángel Gómez, empleado del club madrileño que atraviesa por un momento complicado de salud. Muchas veces se ha escrito que el Atlético es como una familia y es cierto. Aunque el club ha cambiado mucho y cuenta con 500 empleados, muchos se conocen desde hace bastantes años. Ángel Gómez es una persona muy querida por todos y lleva ya varios meses sin poder trabajar en lo que es sueño: ese gran museo del Atlético en el Wanda Metropolitano. Tranquilo, Ángel, lo harás. Seguro. Ahora toca recuperarse. De momento, tu gente, la gente del Atleti te mostró públicamente su apoyo. Y eso es lo que más fuerza te dará para continuar mirando al futuro con fe y esperanza. Enhorabuena, por cierto, por ese bonito detalle en el estadio.