Paco López y la fórmula ofensiva del Levante

El momento. La pasada jornada afectó de forma muy distinta e inesperada a Levante y Real Madrid. Sus tendencias recientes eran opuestas. Los de Solari parecían embalados, pero el borrón frente al Girona dilapidó su ascenso en la tabla y le devolvió casi a la casilla de salida en LaLiga. El conjunto de Paco López atravesaba una etapa vacilante, acumulando tres partidos sin marcar y, lo que es peor, sin apenas generar ocasiones de gol (seis remates en cada partido ante Sevilla, Getafe y Alavés). Balaídos fue su despertador. El Levante ató una victoria, enraizada a su personalidad, revitalizante contra el Celta (1-4). Fue un equipo con criterio y calidad en las asociaciones y muy dinámico. Todo encajó a partir de la lucidez de Campaña, Rochina y Bardhi por dentro. El mediocentro y los dos interiores conectaron y reactivaron el flujo ofensivo. Por Campaña se inicia todo, capaz de efectuar entregas que superan líneas (54 pases por partido), y Bardhi y Rochina añaden picante después. No es casualidad que el Levante rinda a un nivel más alto cuando está Rochina. Paco López le ha encontrado su posición y él manifiesta su habilidad y visión de juego para lanzar a los puntas y carrileros. Si no juega por sus molestias, el Levante se resentirá.

Morales, líder. Paco López es uno de los técnicos que ha abrazado la moda del 3-5-2. Y lo ha hecho con éxito. A excepción de la derrota ante el Alavés (2-0), noche en la que recuperó el 4-4-2 por el peligro por las bandas de los de Abelardo, el Levante utiliza los carrileros como un arma distintiva (28 jugadas de ataque por la derecha y 27 por la izquierda). Serán Moses Simon y Luna y no Jason y Toño, por diferentes razones, que brillaron en el Bernabéu. El poderío granota en campo contrario se visualiza en su número de goles marcados (36) y en la figura de Morales. El Levante se puede entregar a soluciones individuales con él debido a su eficacia en el regate (tres de media). Al capitán se le atribuye el liderazgo ofensivo tanto en los ataques posicionales como en jugadas aceleradas. Ha participado en 18 goles y atina en la finalización. La zaga adelantada del Madrid es propicia para Morales y las aceleraciones del Levante (nueve goles a la contra) si falla la presión blanca. Hay una jugada característica del Levante que consiste en buscar crear el conflicto entre los defensores rivales. Se basa en el cruce en diagonal de uno de los delanteros en acciones de conducción de su acompañante arriba. Arrastran defensores y dificultan las marcas con estos movimientos.

Incertidumbre atrás. Las idas y venidas del Levante durante esta temporada han estado ligadas a su difusa estabilidad con 43 goles encajados. Se siente especialmente desvalido en las transiciones por la colocación del equipo. Con los carrileros muy avanzados e interiores de un trazo muy ofensivo, los tres centrales a veces no dan abasto. Las pérdidas en campo propio (17 por encuentro) también vician su seguridad. Estas sombras se insinúan en los 14 tantos que ha recibido a la contra. Además, el Levante no es un bloque fiero en la disputas defensivas, con el peor índice de toda LaLiga (52% de acierto). Paco López y su equipo lograron encubrir estas imperfecciones en Balaídos y reavivar su estado. Ahora es el turno del Madrid. No puede perder más tiempo.