Madrid-Barça: superfinal de "tricks"

Después del primer Clásico de la temporada (86-69 para el Barça), Pesic se acercó a los micrófonos de Movistar y zarandeó a Campazzo: "Es uno de los mejores jugadores de la competición pero usa demasiados trucos". El argentino y el Madrid le respondieron al serbio en la pista. 92-65 en la Euroliga en uno de los momentos más críticos del Barça en la temporada, cuando las derrotas en Madrid, Podgorica y ante el Fenerbahce en el Palau le metieron en un pozo del que salió en Vitoria antes de Navidad. Ahí empezó a reconducir su situación. 

El Madrid-Barça de este domingo en el Wizink es una superfinal. Este Barça no es el equipo moribundo que ha penado los últimos años. Para empezar, defiende el título y tiene orgullo. Es capaz de jugar con un altísimo ritmo defensivo, con quintetos altos y de brazos largos (Hanga, Claver, Singleton y Tomic o Seraphin pueden coincidir sin ningún problema). Es un equipo con mucha actividad y Pesic está en forma. Lo que pareció una solución de urgencia cuando fue reclamado por Bartomeu mientras esquiaba feliz en los Alpes vuelve a ser un plan. 

Es un mejor Barça, pero favorito es el Madrid. No puede decirse otra cosa de un equipo que representa una dinastía de títulos. Que tiene más puntos en las manos y talento individual. Que tiene un muy bajito genial, Campazzo, y un alto descomunal, Tavares. Dos jugadores que determinan. Cada uno, a su manera, difíciles de parar. Son el inicio y el final de un Madrid con ganadores eternos como Felipe, Rudy y Llull y ese tirador implacable Jacey Carroll. Guerreros como Taylor que siempre están cuando se les necesita. Y un ángel en el banquillo. Laso ha demostrado tener un talento especial para preparar estos partidos. Lo de Gran Canaria el año pasado le cogió con la guardia descuidada y no va a volver a pasar.

Pero este Barça tampoco es el de entonces. Confía en lo que hace y tiene un hambre que hacía años que no se veía por el Palau, necesitado como estaba de superar la época de Navarro. Que no lo estropee nadie porque es fácil adivinar una de esas viejas batallas Barça-Madrid de baloncesto. Veremos quién esconde el mejor truco.