El Atlético y un VAR de dudas

Todavía tiene uno fresco lo de Morata en Sevilla y te sale. Falta de Correa a Vinicius antes del gol de Griezmann, Giménez falta fuera del área a Vinicius y penalti de Casemiro por desentenderse del balón, obstaculizando a Morata metiendo su pierna izquierda. Digo todo esto porque era pro VAR, no porque no crea que en el cómputo global el Madrid no fuera merecedor de la victoria. Es porque a día de hoy estoy en contra del VAR actual. Protocolos, grises, negros y arcoíris me tienen loco. No hace falta rasurar una tibia ni llevarte un menisco en el empeine para avisar a tu compañero, diciéndole que no ha pasado lo que ha visto a mil por hora. En un partido de pequeños detalles, los rojiblancos echaron en falta otra vez el termómetro Koke en el medio, profundidad por las alas y jugadores que desahoguen a Griezmann en la creación de fútbol en tres cuartos. Es lo que se requería ante un rival que en el mercado de invierno es como si hubiesen hecho ocho incorporaciones, creando por dentro con un estelar Benzema, desequilibrando por fuera con un descarado Vinicius y ordenado y currante con Reguilón y Lucas. Lo reconozco: subestimé a estos jugadores, sumando a Llorente, pero a día de hoy diría que está en construcción la obra de Solari. Un año que parecía de transición, el argentino lo ha convertido en ilusión.

Ahora para los rojiblancos queda todo al blanquinegro de la ruleta de la Champions ante la Juve. El Atlético debe recuperar efectivos y estados de forma, gente con profundidad y chispa en las bandas y, sobre todo, para partidos de alta enjundia como serán ante la Juventus debe tener calidad entre líneas y en la creación de juego, porque ahora está creando poco fútbol. Después de la eliminación ante el Girona en Copa y con la clasificación asegurada entre los cuatro primeros, los del Cholo tienen en Champions la bala para que no sea la primera temporada en suspender, no cumpliendo con los objetivos.