Dudas desconocidas en el meritorio Alavés
Regresión. Si pudiera elegir el Alavés seguro que preferiría no acudir al Bernabéu en este momento. Los trastornos del mercado, expuestos en las salidas de Ibai y Sobrino, y las dos derrotas consecutivas han trasladado la incertidumbre por primera vez a su extraordinaria temporada. Las formas de los tropiezos ante Getafe (4-0) y Rayo Vallecano (0-1) fueron muy distintas, pero han revelado algunas debilidades que el conjunto de Abelardo había logrado camuflar durante todo el curso. Ha descuidado el balance defensivo y las acciones de centro del rival y sus ataques han resultado menos eficaces. Abelardo podría tratar de recomponer el estatus competitivo de su equipo cambiando el 4-4-2 por el 4-3-3, sistema que utilizó en la ida contra el Madrid y en las visitas al Barcelona y Atlético, para reforzar la estructura. Pese a este posible giro táctico, el Alavés tendrá que sobreponerse definitivamente al traumático adiós de Ibai.
La ausencia. Las prestaciones del hoy futbolista del Athletic alentaban los ataques vitorianos. Se define el Alavés por su verticalidad, activación tras robo y poderío en el balón parado (10 goles, el 48% del total) y en los envíos laterales (15 de media). Necesita menos pases que cualquier otro conjunto de LaLiga para hacer gol (sólo 2,4). Ibai era fundamental en este boceto ofensivo. No sólo destacaba por su gran golpeo de balón, también lo hacía por su volumen interior y como lanzador para las rupturas de Jony en el otro lado. Ambos se consolidaron como los principales estiletes (16 pases al área) y ahora esta condición se ha socializado sin aún éxitos ilustres. Sobre Jony, que regresó 23 minutos ante el Rayo después de su lesión, descansarán muchas de las opciones del Alavés. En Mendizorroza ya comprometió a Odriozola en diversas situaciones.
Los delanteros. Los desplazamientos directos a Calleri o Borja Bastón jugarán otra de las bazas de los de Abelardo. Son una constante en cada partido. No se puede entender como un dato anecdótico que Calleri sea el futbolista de LaLiga que más disputas en ataque enfrenta (28 cada 90’) y el segundo en duelo aéreos (16). El Alavés pretende avanzar aceleradamente y establecerse lejos de su portería a partir de las dejadas o prolongaciones de sus referencias. Convaleciente tras los dos últimos partidos, precisará recuperar la efectividad que le ha distinguido. Apenas cuenta cuatro jugadas de gol por encuentro, pero su tasa de conversión es muy alta al superar el 30%.
Las distracciones. También espera recobrar su talento defensivo. Los síntomas previos señalan a un desprendimiento de sus líneas, más separadas que nunca. El reemplazo de un jugador de ataque por un centrocampista más levantaría un trivote (Pina, Manu García y Wakaso ante la baja final de Brasanac) que facilitaría el repliegue y el nudo recuperador. El otro revés que está soportando el Alavés radica en la excesiva basculación de los laterales. Se juntan demasiado a los centrales, Laguardia y Maripán, estupendos toda LaLiga, y vacían las bandas. El Madrid se está proyectando con habilidad por las alas a raíz de la movilidad de Benzema, la aparición de Vinicius, el empeño de Lucas o las incursiones del mismo Odriozola. En caso de que alcance la titularidad, Bale no puede ser menos ante un Alavés igual de meritorio que antes pero menos fiero.