Del larguero de Granell a la pesadilla
Los sueños, sueños son y el Girona ya se ha despertado del de la Copa del Rey. El conjunto de Eusebio se despidió con la cabeza alta y las dudas de qué hubiera pasado si la falta de Álex Granell en el minuto dos no hubiera ido al larguero y sí dentro de la portería de Navas. El aficionado rojiblanco se levantó con el gusanillo de remontar la eliminatoria, pero a este Madrid y, en especial, a Benzema es difícil meterle mano ahora mismo. Fue una pesadilla. Este partido de vuelta se maquilló con el tanto de Pedro Porro y ahora toca pasar página. La Liga siempre ha sido la prioridad.
La Liga mola. Ese es el lema que quieren explotar en el vestuario de un Girona al que la Copa dejará de restarle. En el Bernabéu se lesionaron Borja García y Doumbia y los esfuerzos estarán destinados solo a los fines de semana. El domingo toca ir a Ipurua. Y lo harán con lo puesto. El mercado invernal solo trajo a Raúl Carnero. Eusebio ya le sacó partido a este grupo una vez. ¿Por qué no va a volver a resucitarlo?