Miguel Flaño, osasunista ejemplar

La camiseta de Osasuna con el 4 a la espalda deja de tener dueño por el momento. Se va el capitán, Miguel Flaño, un ejemplo de osasunismo que llegó al club navarro siendo un niño que no imaginaba que durante 15 temporadas defendería con orgullo la camiseta del equipo de su tierra. Cuando un futbolista permanece quince temporadas en un equipo profesional y acaba siendo el capitán del mismo, no es por casualidad. Se podrían decir muchas cosas del Miguel futbolista, pero es que también hay que hablar del Miguel persona. Un tipo humilde, trabajador, sencillo, respetuoso, coherente, con facilidad de palabra y por encima de todo, osasunista. Nuca olvidaré la definición que un día mi padre me hizo de él: 'Es el hijo que todo padre quisiera tener'. Querido por la afición, no es un futbolista de los que se estilan ahora, no lleva tatuajes, no es aficionado a las redes sociales, aunque sus compañeros no dudaron en darle las gracias por tanto a través de ellas, es cercano en al trato y se interesa por cómo le va la vida a todo el que le rodea. Nunca se le ha oído una palabra más alta que otra y raro ha sido verle un gesto feo.

Los que han jugado con él lo definen como un buen compañero, un amigo, orgulloso de la cantera y que siempre acogía al que viene de fuera. En definitiva, un osasunista ejemplar, que lo ha dado todo por su escudo, por su camiseta. No se marcha de Osasuna, simplemente hace un paréntesis porque tiene las puertas de ‘su casa’ abiertas. Como el mismo dijo en su despedida 'no es un adiós, es un hasta pronto'. En cualquier caso, gracias por todo lo que has dado al osasunismo. Cuando cuelgues las botas, tu Osasuna te estará esperando porque has sido, eres y serás, un osasunista ejemplar.