El pulmón de Bergantiños da aire al Deportivo

Cuatro meses después el Depor volvió a saborear lo que es ganar lejos de Riazor. Siempre es buen momento para hacerlo, pero en este partido se juntan tantas circunstancias que parecía predestinado. Primero, para quitarse la losa de no vencer a domicilio, que ya pesaba en piernas y cabeza. Habían pinchado Granada y Málaga, además de que Osasuna ya aprieta. Se hizo en El Molinón, uno de los fortines de Segunda. Era el primer desplazamiento masivo de la afición, con más de 1.100 gargantas blanquiazules en las gradas. Todo alegría, multiplicada por el protagonismo del gran capitán.

Álex Bergantiños marcó el primer gol y él mismo explicó que fue el día soñado: victoria, ante su exequipo, con la afición en la grada, el día del quinto cumpleaños de su hija Daniela... Y toda esa felicidad acompañada de su trabajo y equilibrio para un Depor que alivió buena parte de su sufrimiento gracias a su pulmón. Y es que la sonrisa por ganar, de arrimarse a la cabeza, no debe ocultar que los de Natxo no hicieron, ni mucho menos, un gran partido. En la balanza positiva está la entrada de Christian Santos con lo que se le pide: gol. El buen momento de Borja Valle o la aportación de un Didier Moreno desparecido hace meses. En el otro lado, la lesión de Carlos, la poca capacidad de control de Expósito y Vicente o la irregularidad de Fede. El día no fue perfecto, pero casi...