¡Testarazo de capitán!

Cambio climático. No es nuevo. Sucedió en 2016, 2017 y 2018. A medida que se acerca el mes de febrero, cuando regresa la Champions tras el parón invernal, los jugadores del Madrid sufren una mutación maravillosa. Cambian la dinámica gestual, corren como gacelas donde antes dudaban y llegaban tarde, la embocan en vez de tirarla al limbo, sonríen y brindan a la grada en vez de agachar la cabeza y escenificar su frustración, la piden en vez de mirar para otro lado, se reivindican sin mirar el DNI, se reponen a las derrotas parciales (de 0-1 a 4-2)... En definitiva, a medida que se escuchan en el Bernabéu las notas del mágico himno de la Champions se pone el Madrid en modo on fire. El 13 de febrero toca jugar con el Ajax del tal De Jong. Ojo que viene el lobo. Y este equipo no tiene piel de cordero. Que se lo digan al que encabeza la manifestación. El gran capitán. El líder. Don Sergio Ramos de Camas.

El testarazo. El carismático central andaluz desafió a los listillos que en las redes sociales aprovecharon lo que ellos pensaban que era un desliz lingüístico (“el testarazo de Casemiro”) para intentar desautorizarle. El zasca de Sergio fue monumental. La RAE se convirtió en su aliada y nuestro maestro en la materia, Álex Grijelmo, confirmó en As que el capitán lo había clavado con rigor y respeto a una de las acepciones de la palabra. Y como Ramos es así de crack, ante el Girona colocó el otro testarazo, el de la testa (cabeza), para poner el 3-2 cuando más le hacía falta al equipo. Su liderazgo ha suplido el vacío futbolístico y de facturación que dejó la marcha de Cristiano. Se pone la capa de héroe y le queda impecable. Con casi 33 años (los cumplirá el 30 de marzo) le veo más joven que nunca...

Espíritu copero. Desde que Bale volase por la banda de Mestalla como un rayo dejando en evidencia a Bartra, el Madrid acumula cuatro patinazos en la competición con la que ha tenido este club peores relaciones sentimentales. La Copa de Europa y LaLiga siempre estuvieron por delante en la jerarquización de objetivos. Pero después de cuatro años sin pasar de cuartos de final (los años en los que el Barça ha monopolizado la competición), el cuerpo de los jugadores y de la afición pide luchar por el título. Ganarla supondría redondear las conquistas (20). Y hay que recordar que una final con 20.000 de tus fieles en las gradas es una fiesta a la que no se debe faltar.

Velázquez 76. Don Manuel Velázquez fue un ‘10’ histórico que lideró con su calidad técnica y su elegancia ese Madrid de los Ye-Yés que conquistó en 1966 la Sexta Copa de Europa, ante el Partizán (2-1), con un once formado por once españoles. Nos dejó para siempre hace tres años, pero su legado no se olvida. En este 24 de enero hubiese cumplido 76 años...

Vinicius mágico. El pase que le dio el brasileño a Benzema en el 4-2 es su octava asistencia de la temporada. Sólo le superan las 13 de Messi y las diez de Jordi Alba. Y eso que no ha empezado a jugar de verdad hasta después de la Navidad. Chaval, qué bueno que Vini-ste.

Euforia. Hemos pasado del pesimismo existencial, destilado tras el 0-3 con el CSKA, a un optimismo firme y sentido de la afición. El fútbol trenzado ante el Sevilla y el disfrutado ante el Girona constatan la mejora del paciente. Me lo traslada José, un valiente de la Peña Intercontinental 98 de Badalona (¡ánimo!). Y el 4-2 va por mi añorado amigo Paco Rengel. Un maestro.

Copa del Rey

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*Datos actualizados a fecha 25 de enero de 2019