El Barça nunca paga la factura: anexo (Luis Suárez)
Ayer hice una reflexión sobre las ayudas que el Barça ha tenido en lo que va de siglo con las sanciones disciplinarias por sus sonoros escándalos sin castigo: el cochinillo, incomparecencia en la semifinal de Copa, llegar una hora tarde para jugar en Pamplona...
El último episodio ha acontecido con Luis Suárez. Un nueve excepcional (¡cómo voy a dudar de sus condiciones de killer!), pero es un jugador empeñado en cruzar los semáforos en rojo. Siempre va al límite, utiliza piernas y codos como percutores cuando te descuidas y los rivales se quejan a menudo de sus acciones más allá del Reglamento. El domingo marcó al Leganés tras golpear la mano de Cuéllar y darle con la rodilla en la cabeza cuando éste iba a embolsar la pelota. Las imágenes que publicamos reflejan que hubo falta.
Ni De Burgos Bengoetxea, en el campo, ni Iglesias Villanueva, en el VAR, fueron capaces de sancionarlo. Lo triste y grave es que estas imágenes incuestionables tuvieron que llegar desde beIN USA y no fueron analizadas en la sala del VAR. Esto quita credibilidad y fiabilidad a un avance tecnológico al que recibimos en verano con alfombra roja y que ahora vemos bajo la lupa de la sospecha.
Y, volviendo a Luis Suárez, que sepan que al uruguayo jamás le han expulsado desde que llegó a España en 2014 y sólo se perdió tres partidos por tarjetas. La impunidad y la inmunidad que posee el charrúa resulta desesperante para todos sus rivales, a los que se mide con otra vara disciplinaria. Insisto, ¡qué suerte tiene el Barça!