La primera gran tarde de Soro
El Real Zaragoza sumó un punto en el Cerro del Espino que sabe más a victoria que a derrota por cómo se puso el encuentro. Los aragoneses, y ya van quince veces este curso, volvieron a empezar perdiendo. Hasta ese primer gol del Rayo Majadahonda, el Zaragoza había sido mejor: Guitián mandaba desde atrás, el equipo dominaba el centro del campo, con una presión generosa y efectiva, y sólo la falta de acierto, entre otros de Pombo, evitó que los aragoneses llevaran más peligro a la portería rival. Pero el Zaragoza se pierde en las áreas, en la ajena y también en la propia.
Un error en cadena permitió al Rayo Majadahonda adelantarse en el marcador. Ni Eguaras ni Zapater encimaron a Verdés, que con todo el tiempo del mundo encontró el espacio para asistir a Ruibal. Lasure y Álex Muñoz, quizás en su tarde más negra como zaragocista, rompieron el fuera de juego y por si fuera poco el central tuvo un error de cálculo, ya que en esas acciones o aguantas de pie o vas al suelo con contundencia.
El gol fue un mazazo para el Zaragoza y lo acusó tras el descanso. En otro error de Álex Muñoz llegó el segundo tanto del Rayo Majadahonda y lo que parecía la sentencia, pero nadie contaba con Soro. En su primera titularidad con Víctor fue el mejor: tuvo desparpajo, dio una lección de controles orientados, siempre llevó peligro, cabeceó al palo y tuvo el premio de meter de nuevo en el partido al Zaragoza con un golazo. Después fue Eguaras el que rescató un empate con una extraordinaria volea desde la frontal para puntuar en la primera gran tarde de Soro. El canterano, de 19 años, aún tiene mucho que mejorar, pero en Majadahonda mostró todo su potencial y demostró que puede ser un jugador muy importante en esta segunda vuelta.
