Pues eso: "Nada, nada, todo OK, José Luis"
"Nada, fuera, nada, nada. Tiramos para adelante. Todo OK José Luis". Así se expresó Melero López desde la sala del VAR nada más producirse ese penalti sobre Vinicius que sí vio el resto de la Humanidad. Los responsables del VAR nos enseñaron la conversación que se produjo en el día de marras en el Bernabéu (Real Madrid-Real Sociedad) y, en su afán por ser didácticos, casi fue peor. Ya hemos dicho que el VAR tiene un punto de factor corrector que todos aplaudíamos en verano. Bienvenido seas, VAR. Pero los errores cometidos y los diferentes criterios con los que se está aplicando el videoarbitraje han provocado una ola de quejas de muchos clubes, más allá del penalti de Vinicius.
Que Melero López dijese que para él "nada, nada", me deja una reflexión que me frustra. Al final, por mucha tecnología punta de la que hablemos, todo depende del factor humano. Todo depende de que el Melero de turno considere que para él Rulli no derriba a Vinicius, o que Hernández Hernández no viese en el Clásico del Camp Nou desde la sala del VAR un pisotón alevoso de Luis Suárez a Nacho que le salió gratis al uruguayo, o que en San Mamés se pasase por alto un penalti de libro hecho al Getafe. En el campo todo dependía de la rapidez del ojo humano del árbitro y los linieres. Con el VAR todo depende de la subjetividad del responsable de turno para considerar que lo que ve en las imágenes le parece lo que puede parecernos a muchos otros. Y como todo criterio subjetivo, no puedes hacer nada si él a su vez no ve "nada, nada". Me temo que la polémica arbitral va a ser hasta el fin de los días. Ojalá esté equivocado.