Inteligente gestión de Valverde con Coutinho
No se está divirtiendo mucho Philippe Coutinho desde hace ya un tiempo. La lesión sufrida en noviembre jugando en Milán ante el Inter le penalizó, le quitó protagonismo y acabó por anularle la poca confianza que tenía el brasileño. Vio con el paso de las semanas cómo Osumane Dembélé le iba robando foco. La bofetada pública de Jon Aspiazu el jueves en Valencia, antes de jugar ante el Levante, y las críticas recibidas tras su mal partido en Copa parecen haber revolucionado al fichaje más caro de la historia del club, que, recuperando esta tarde la titularidad, demostró que quiere y puede jugar en el Barça.
Coutinho participó en dos de los tres goles del equipo. Y dejó muestras de la calidad que le da galones en el concierto mundial. Lo que debe entender el carioca es que en el Barcelona no se permiten bajones de ninguna clase y que si estos aparecen, lo puedes pasar mal. Tampoco le ayudaron las eternas comparaciones con Andrés Iniesta. No. Muy hábiles y virtuosos los dos, pero el manchego fue el mejor interior del mundo jugando por la izquierda y Coutinho es un privilegiado que disfruta actuado por la zurda del ataque. Pero nada más.
En Getafe, la semana pasada, Valverde se molestó con él al retrasar su salida al terreno de juego, pero seguro que el preparador ha comenzado a quitarle carga a ese problema dándole responsabilidad de crear juego desde la primera oportunidad que ha podido. Buena e interesante la gestión del entrenador y sensacional la respuesta del futbolista. Se lució en el Camp Nou, que lo aclamó. Ya sabe el brasileño qué nivel necesita para recibir el cariño de una grada que espera mucho de él.