Veo con preocupación y más a menudo decir a entrenadores y futbolistas que les gusta el VAR pero que no saben en qué situaciones entra y en cuáles no.

Una cosa es el debate del aficionado, muchas veces dirigido consciente o inconscientemente por los medios, y otra, mucho más importante, las dudas que parece que se están creando entre jugadores y técnicos.

Llegado ya el ecuador de la competición, y con esta nueva política de transparencia, creo que urge una nueva reunión entre todos los integrantes del juego.

Ese discurso del no saber cuándo entra el VAR por parte de los profesionales deja en mal lugar al sistema VAR; por cierto, este sistema es de todos, es del fútbol, no de los árbitros. Por eso creo que una reunión de todos los estamentos poniendo sobre la mesa todos los errores y el porqué de ellos, haciéndoles ver que se trabaja en busca del error cero, cosa imposible, y que realmente esta herramienta está ayudando al fútbol, y que lo que no ayuda son las críticas, muchas veces interesadas por parte de los profesionales.

Necesitamos mucha más pedagogía para hacer ver las dificultades del sistema y que los primeros interesados en usar bien la tecnología son los árbitros. Sigo insistiendo en que gracias al VAR han sido corregidos 54 errores de apreciación en las 18 jornadas en Primera División.

Dejemos las dudas y los recelos para el debate tabernario y entre jugadores, entrenadores y árbitros hagamos un consenso en aprender juntos y en proyectar entre todos que esta herramienta será más justa y útil si vamos todos juntos y nos dejamos los recelos para las mentes calenturientas.