La metáfora de la Cerámica

Parecía una temeridad que jugadores como Borja, David o Darder, huesos imprescindibles de la columna vertebral del Espanyol, jugaran de inicio en Vila-real. Pero, ¿por qué no? La Copa siempre ha significado una vitamina para un Espanyol que debe asumir que meterse en Europa es una aspiración utópica, por plantilla y presupuesto, pero que superar la realidad debe formar parte de su futuro. Por lo que la mejor manera de mantener el proyecto de Rubi en el escaparate es sumando victorias y rondas. Sería una buena noticia que el Espanyol se emborrachara lo máximo posible con esta Copa.

El Villarreal fue un equipo lánguido, sin alma, preso de otra realidad en LaLiga y en la Europa League, con un reciente cambio de entrenador. Hasta el minuto 80, claro, cuando se desencadenó. Esos diez minutos no quitan que el Espanyol sumase jugadores a su causa. Álex López brilló en mediocampo y contó con el refuerzo del gol. Pedrosa añadió otro partido manteniendo la exigencia del alto nivel y Rosales fue el protagonista de un encuentro jugado de forma muy inteligente por su equipo hasta los últimos compases. El venezolano pudo marcar dos goles, evitó uno del Submarino y dio la asistencia del 0-2. Pero el Espanyol de Rubi se ha empecinado en ofrecer dos caras. La de los primeros 80 minutos es la de las primeras 11 jornadas. Lo que siguió fue confusión. Toca buscar el término medio. Y de eso se tratara este enero clarividente.