Ona Carbonell y la fuerza del deportista
Se cierra un año con gran protagonismo de la mujer. También en el deporte. Lo ha sido por los brillantes resultados femeninos: Carolina Marín, Lydia Valentín, Sandra Sánchez, Joana Pastrana, Ana Carrasco… La lista es larga. Ya exhibimos un selecto muestrario en los Premios AS 2018. Otras mujeres del mundillo también han lucido fuera de la competición. Ahí tienen a María José Rienda, una esquiadora de éxito que se ha convertido en la primera secretaria de Estado para el Deporte. Y también a Ona Carbonell, la líder actual de la sincro, medallista olímpica, que ganó el concurso televisivo de máxima audiencia MasterChef Celebrity, donde llegó sin saber freír ni un huevo. Ona sucedió en el palmarés al laureadísimo piragüista Saúl Craviotto. El dominio del deporte en las cocinas no ha sido una casualidad.
Los deportistas han ganado dos de las tres ediciones de MasterChef. En la otra, la primera, triunfó el actor Miguel Ángel Muñoz, cuyo cuerpo también revela la importancia de la actividad física. El deporte ayuda. Para empezar, Ona y Saúl están habituados a la presión de la competición. La nadadora afrontó más pruebas de eliminación que ningún concursante y superó todas. También encajan con espíritu receptivo las críticas, porque están acostumbrados a ser juzgados y corregidos por entrenadores y árbitros. Pero, sobre todo, tienen la disciplina del deportista: la perseverancia, la repetición, el entrenamiento, el aprendizaje… Ya lo explica Ona en AS: “Me lo tomé como unos Juegos Olímpicos”. De paso, ambos han ganado mucha popularidad. Les vendrá bien en sus proyectos personales. Y a sus respectivos deportes.