Sobre niños, mayores, Premier y Calcio

Los niños de Arona nos salvan del ayuno futbolístico en estas fechas de empacho de todo lo demás. Por los niños de Arona me refiero al Torneo Internacional de LaLiga Promises de Fútbol 7. Un torrente de partidos en GOL Televisión para descubrir a las figuras del futuro. Este invierno se han quedado solos, ni siquiera van a tener la compañía de las selecciones autonómicas. Aquello fue un estallido, un poco al calor de la brasilla diferencial de Cataluña y el País Vasco, otro poco por contagio a otras, y un poco más por reacción de las más españolistas. Para los jugadores era un engorro jugar en estas fechas y eso ha acabado por esfumarse.

Porque ya sabemos que aquí el fútbol de mayores para. Los niños juegan por divertirse, de ahí que no les parezca un sacrificio hacerlo estos días. Pero los mayores ya juegan para ganarse la vida, es un trabajo, y un trabajo exige, ya que no trienios ni quinquenios, vacaciones, y las de estas fechas son inamovibles. Una conquista de la AFE que no sé si es la más brillante de las que ha obtenido. Todos los años miro por estas fechas con envidia a la Premier, que sí juega, y ocupa en nuestros televisores (y los de todo el planeta) el espacio que nuestros equipos le ceden gratuitamente. A la Premier se ha sumado ahora el Calcio, que también jugó el 26.

Y tanto en un lado como en otro, tuvimos jornadas intensas. En la Premier, el City de Guardiola volvió a perder y Pogba, libre de Mourinho, marcó dos goles... En Italia, la Juve empató con Cristiano descansando en el banquillo, y fletado de urgencia para arreglar un entuerto, cosa que hizo. El Nápoles perdió con el Inter, en un partido que dejó un muerto por bárbaro atropello, lo que nos recuerda que aun en días de Navidad hay salvajes sueltos. Aquí no tenemos fútbol de LaLiga, pero sí a los niños de Arona, que juegan por diversión. En este día en que en As nos mostramos como niños inocentes, quiero agradecerles que siempre estén ahí.