Vértigo. Fue un partido de vértigo, con ocasiones, goles, con el VAR... Un choque que no tuvo un juego bonito pero sí dosis de emoción e incertidumbre como para suplir un gran espectáculo. Se adelantó el Atleti con un 0-2 pero pagó caro sus despistes defensivos con dos goles y Griezmann tuvo que aparecer con la habilidad de estar en el sitio correcto para poner el 2-3. El Atleti, sufriendo mucho, demasiado para como se puso el partido, vuelve a ganar fuera y suma tres puntos que le meten de lleno otra vez en la pelea por el título. La manera en que los jugadores celebraron el tanto de Griezmann que supuso el triunfo muestra la importancia de esta victoria. El Atlético necesitaba quitarse esa losa de encima que le persigue casi desde el inicio de temporada. No es normal que un equipo como el rojiblanco sólo hubiera ganado a domicilio en el campeonato liguero en Getafe. El Atlético logró un triunfo de campeonato.
Infortunio. Está el Atleti en una fase donde muchas cosas se le ponen en contra. Volvió a lesionarse Filipe Luis, tuvo que colocarse de nuevo Saúl de lateral zurdo, encajó goles antes impensables... Esa mala racha seguro que acabará y el equipo podrá jugar sus encuentros con más tranquilidad. Pero, de momento, el botín de los tres puntos es primordial.
Kalinic. Marcó el delantero el primer tanto del partido y lleva dos en el campeonato, pues la semana pasada le hizo uno al Alavés. Mucho se está hablando de los delanteros, de las posibles alternativas a Diego Costa... Kalinic ya lleva más goles que el propio Costa y poco a poco parece que se va haciendo con el puesto. El Atleti necesita a Kalinic, a Vitolo, a Gelson... La plantilla es corta y todos son útiles.
Ilusión. Al Atlético no le sucedió lo de Girona, Leganés o Valencia, por poner algún ejemplo, aunque a punto estuvo de suceder algo parecido. El equipo rojiblanco se durmió durante veinte minutos y casi lo pagó caro, aunque se llevó el choque. Simeone decía en la previa que ahora ya no vale ser segundo en el equipo rojiblanco y que el nivel de exigencia ha subido mucho. Lleva razón el técnico. Este Atlético ya se ha instalado de manera definitiva entre los grandes. Tiene jugadores, afición y presupuesto para ganar a cualquier rival. Pero hay que seguir manteniendo la ilusión por ello, justo lo que a veces parece que le ha faltado al equipo madrileño. Si a la técnica le unes la ilusión y el hambre por vencer… Se dice que lo complicado no es llegar sino mantenerse. Y es cierto. Lo duro es ganar en Valladolid y el siguiente partido fuera en Sevilla. Y en Vallecas. Y en Vitoria. Además de intentar hacerlo en estadios de primer nivel.
La hinchada. Recuerdo a final de los años 80 y principios de los 90 las visitas del Atlético a Valladolid. Siempre era un desplazamiento muy numeroso y al Atlético le costaba muchísimo sacar algo positivo de allí. El equipo de los Futre, Manolo y compañía sudaba tinta para sacar siquiera un empate. Muchas veces tocaba el viaje de regreso con la cabeza gacha tras un adverso resultado. La hinchada del Atlético volvió a darse cita en masa en Valladolid. Acudieron más de dos mil seguidores y se dejaron notar. La hora y la cercanía con Madrid hizo que los seguidores fueran a la ciudad vallisoletana. Hay ganas de ayudar, de apoyar al equipo. A Brujas fueron 1.300. A Valladolid sobrepasaron los dos mil. Y así un día y otro y otro… Ellos nunca bajaron el nivel. Porque esa afición antes, ahora y siempre siguió a los suyos fuera donde fuera.
Gabi. El siguiente partido será en el Wanda Metropolitano, encuentro que servirá para despedir el año y también para homenajear a Gabi, quien este año decidió probar suerte en Qatar y dejar el club de su vida. Gabi tendrá el homenaje que se merece frente al Espanyol (equipo que, por cierto, le ganó los dos partidos ligueros al Atlético) y habrá llenazo en el Wanda Metropolitano. Pero eso es otra historia. La de ahora es que el Atlético ha dejado atrás su mala racha liguera fuera de su estadio. Y que gracias a ello sigue compitiendo por el campeonato.
