Se equivocó River con el planteamiento porque tiene más fútbol que Boca en el mediocampo, pero la presión y el miedo a perder le hizo salir más precavido de lo que fue incluso en La Bombonera. Festeja un título histórico en un partido trabado y que sólo se rompió tras el gol de Boca cuando a River le obligó a irse al ataque. Enorme pasión, pero mucha imprecisión en algo que ya esperábamos los que consumimos habitualmente tantas noches de Libertadores.

Aparecieron poco Palacios y el Pity Martínez, aunque el fútbol fue justo con el talento porque el hombre de la final terminó siendo Quintero, un colombiano que ya dejó una exhibición en el Mundial y que entra en la historia de River. Muy poco activo el Pity y Nacho Fernández, dos de los que tenían que manejar el medio campo. En Boca brilló Nández en una demostración que el partido giraba a lo que le interesaba al xeneize. Noche para la historia y final épica de Boca que empujó al final con dos jugadores menos.