El proyecto del Deportivo Alavés se sustenta en la permanencia. De lo contrario, se podría desmoronar. Nadie desea regresar a Segunda y, además, hay idea de reformar la ciudad deportiva y de ampliar el estadio de Mendizorroza. Los 24 puntos que tiene ahora el equipo del Pitu Abelardo generan un colchón de tranquilidad pero no son definitivos. Los vitorianos se han gastado tan sólo 5 millones en reforzarse. 4 de ellos se destinaron al Celta para conseguir los derechos de Guidetti (que apenas juega) y 750.000 fueron a las arcas del Astana para obtener el traspaso de Twumasi (otro que no tiene protagonismo). A Las Palmas se le compensó con 150.000 por la llegada de Ximo Navarro, que sí está jugando con asiduidad. Dicho de otra manera, con menos de 200.000 euros se ha reforzado a un equipo que ahora mismo es (con 60 millones de presupuesto), cuarto en la tabla clasificatoria.

La ciudad deportiva de Ibaia no puede acoger a todas las categorías y secciones que hay en el club. Se intentó conseguir la instalación de Betoño (es del ayuntamiento) pero no se cerró un acuerdo. En cuanto a la ampliación de Mendizorroza, pasaría de 19.840 asientos a 28.000. Las obras comenzarán en el próximo verano y concluirán en torno a 2022 y se prevé un coste de 55 millones de euros. Aunque ayuntamiento, Diputación Foral y Gobierno Vasco ayudarán con cerca de 23 millones, el resto los tendrá que conseguir el club. Hay que buscar fuentes de financiación y, quizás por eso, busca expansiones como la de conveniarse con un club japonés (Kagoshima) al margen de tener también intereses en Croacia (Istra), Francia (Sochaux) o Finlandia (Hércules).