Kerman, carisma y pegada
Me lo dijo un colega hace cuatro años: "Tienes que intentar verlo; es como Javi Castillejo, pero además monta un cañón en los puños". Por aquel entonces, en todas las veladas corría un runrún en el que siempre se acababa con un nombre: Kerman. Y ya había aficionados que ‘subían’ desde Madrid a La Casilla o al Frontón Bizkaia a ver si era cierto lo que contaban del Revólver de Morga. Con los boxeadores pasa un poco como con los toreros. De repente alguien habla de un chaval que tiene ángel, y enseguida se organiza una cofradía de partidarios. Pues de esos recintos, el vasco ha pasado a meter a 12.000 personas en el BEC de Barakaldo (con tele en directo, ojo) para su defensa ante Gavin.
La pegada se tiene o no se tiene. "Y el carisma también", añade Txutxi del Valle, preparador de Kerman. Y el campeón de Europa anda sobrado de las dos cosas. De 27 combates, 22 los ha finiquitado por la vía rápida. Como ocurría con Mike Tyson, cuando Lejarraga se sube al entarimado, sabes que puede pasar algo. Se huele el peligro. Y lo mejor es que se ha apreciado una evolución en su estilo. Sabe tener la paciencia necesaria para concentrar su energía en un instante. Ha domado el ansia. Sí, era verdad lo que decían.