Comer en la mesa de los mayores

Hace tiempo que el Girona despertó de su sueño y está repleto de realidad. Eusebio ha logrado que no se eche de menos a Machín y está asentando a su equipo en Primera. No sólo eso, está esperando a que le den tanda para sentarse en la mesa de los mayores. Está opositando con fuerza porque los rojiblancos carburan y miran con pasión y sin miedo a unos puestos europeos que el curso pasado ya merodearon con asiduidad. Y todo esto en un tiempo récord, porque hace sólo una temporada se estrenaban en Primera ante un Atlético que pudo salir escaldado de Montilivi. Fue entonces cuando el Girona presentó su candidatura a no ser una comparsa. Son protagonistas con una base sólida y sin hacer ruido.

El conjunto de Simeone está avisado. Es cierto que, en casa, el Girona no es ese equipo que a domicilio no pierde, pero el curso pasado les restó puntos. Pero no sólo al Atlético. Madrid y Barcelona también han sufrido ya el hambre de un conjunto que está dispuesto a seguir cogiendo su trozo del pastel a base de resultados y buen juego. Y todo lo hace con una plaga de bajas preocupante en sus carriles. Pero claro, cuentan con el Pichichi y eso lo sana todo. Stuani se está mostrando voraz y está sentado en la mesa junto a los grandes goleadores europeos. Y está surtiendo de alegrías a un Girona gourmet.