El Madrid no se completa

El Madrid lidió la comprometida visita del Valencia con una primera parte que pone en valor la dirección de Solari y un segundo tiempo demasiado sufrido y turbador. Abrumó de inicio al conjunto de Marcelino, con un empeño enérgico en la presión y una noción adecuada para controlar la escena a partir del balón. Con un Modric muy mejorado, rompedor Carvajal y entusiasta Lucas Vázquez, rodeó a un Valencia inoperante en la salida. El Madrid pudo recuperar una y otra vez en territorios avanzados (10 robos en zona ofensiva). No todo fue positivo pese a la ventaja lograda nada más comenzar la noche. Porque a su propuesta, demasiado convencional por momentos, le faltó picante, fútbol entre líneas y oportunidades claras. Pese a esta salvedad, la secuencia general seguro que contentó a Solari. Quería desactivar a su rival y lo hizo de pleno.

El Valencia recordó lo que era tras el paso por los vestuarios. Fue otro equipo de punta a punta, aunque traicionado por su inexistente pegada. Repite Marcelino que necesitan promediar cuotas de posesión entre el 45 y 55% para divisar las victorias. En el primer tiempo sólo tuvo el 34,6%, mientras que en el segundo alcanzó el 46,4%. Parejo se adueñó de la jefatura del partido y el Madrid fue perdiendo la medular por la caída de Modric y la insípida actuación de Ceballos. Sólo Marcos Llorente, otra vez destacado, aguantó el tipo. Mérito de Solari haberle rescatado y no mirar los nombres y sí los rendimientos. La entrada de Valverde y la escalada en el contraataque restableció al equipo blanco y acabó con la agonía a la que le estaba llevando el Valencia. Del lugar que venía no es poco botín para el Madrid.

Todos a una

Sergio Ramos invade campo contrario y arrebata el balón a Santi Mina. Presión acompasada del Madrid y no como en otros encuentros en los que la línea defensiva no acompañaba.