Otero despierta al Tino más desatado
Se esperaba una Junta plácida por muchos motivos. Primero, porque exceptuando las elecciones, las serias, todas las asambleas de Lendoiro y Tino se cerraron con el famosos apoyo del 99%. Segundo, porque tras las elecciones de este verano, las de broma, el respaldo al actual presidente es incontestable. Tercero, porque el Depor está haciendo una temporada inmaculada y decidió pisar ascenso directo justo tres días antes de la Asamblea. Cuarto, porque el giro en el club, que falta hacía, parece haber encontrado el rumbo correcto con Carmelo del Pozo, Natxo y compañía. Y quinto, porque la afición, superado el lógico enfado del descenso, apoya con 23.000 socios, aunque todavía se echa de menos a muchos de ellos en Riazor.
Sin embargo, la intervención de Miguel Otero, tan conspiranoica como siempre, logró esta vez encender a Tino. El presidente, que desde el giro al club vive en un segundo plano, arremetió con una dureza desconocida. “Sinvergüenza, mentiroso enfermo, mal de la cabeza...” fueron algunas de las duras frases con las que contestó a la insinuación de extraños contratos a técnicos de la cantera, empresas fantasmas para hacerse con el club o desmesurados gastos en agentes. Escribí allá por junio que la candidatura de Otero era una farsa y que sólo buscaba barro impugnando la Junta que él provocó al saberse perdedor. Ahí está. Felicidades pues.