El diferente conservadurismo de Simeone y Valverde

Más que un Atlético-Barcelona fue un Simeone-Valverde. El intervencionismo de los dos técnicos acotó el enfrentamiento a un combate táctico de muy limitada producción ofensiva. En un partido sin gracia futbolística, aunque de alto nivel competitivo, su cerrojazo constructivo y acierto a balón parado estuvo a punto de dar la razón al argentino. El conservadurismo de Valverde, obsesionado por no perder el control tras el varapalo contra el Betis, desnaturalizó al Barcelona, más pendiente de asegurar la posesión (con picos de casi el 90%) que de descifrar las posibles fragilidades rojiblancas. Desde la alineación se intuyó el planteamiento del entrenador azulgrana, prescindiendo de Malcom o Dembélé para no verse apurado por equivocaciones individuales.
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La posición de espera del Atlético y el toque sin sustancia del Barcelona anticipó desde el principio lo que depararía la noche. Sólo en la estrategia podía llegar el desequilibrio. Diego Costa marcó en un córner en el que estaba marcado por Rafinha. Habrá que preguntar a Valverde por esa asignación individual del todo extraña. Es el sexto gol a balón parado del Atleti en LaLiga. El bloque rojiblanco, situado en campo propio, no concedió situaciones ventajosas a su rival, aunque nunca pudo inhabilitar las conexiones azulgranas con Messi. El '10', raramente obtuso durante muchos minutos, participó con asiduidad (72 pases) y resultó providencial en el empate final de Dembélé, la bala a la que se acogió Valverde cuando ya no le quedaba más opción. Al más estilo Simeone el Atlético estuvo a punto de encaramarse al liderato respetando los cánones que tanto éxito le han reportado. El Barcelona, en cambio, salvó el envite alejado de su oferta futbolística habitual. Siempre le quedará el inexplicable Dembélé.
La vigilancia
La ubicación de Saúl en la banda derecha desde antes de la mitad de la primera parte respondió a la amenaza de Jordi Alba. Estuvo muy atento a sus movimientos. El 1-1 empezó en un pase de Alba a Messi, que encontró después a Dembélé en el otro lado.




