Lo del regreso de Neymar ya ha dejado de ser un simple globo sonda

El último en apuntarse. Ayer Carles Aleñá se sumó a la letanía que el vestuario del Barcelona viene repitiendo desde casi el mismo momento en el que Neymar tomó las de Villadiego para irse al París Saint Germain. Desde ese mismo instante, del vestuario culé no ha salido ni un reproche para el brasileño a pesar de que hizo quedar mal a Piqué con la famosa foto viral de "se queda". Todos le reciben con los brazos abiertos cada vez que se pasa por la ciudad. Cuando aterriza en El Prat, antes que ir a visitar sus lugares favoritos se deja caer por la Ciutat Esportiva donde se hace fotos con Suárez y Messi y se abraza hasta con el gato. Ayer, uno de los que menos contacto tuvo con él por cuestiones de edad y por estar a caballo entre el filial y el primer equipo como es Aleñá aseguró en la COPE: "Nos encantaría que volviera, nos haría mejores a todos porque es uno de los mejores jugadores del mundo". Que el vestuario, del primero al último, le quiere de vuelta, parece un hecho.

Significativo. Tampoco pueden caer en saco roto las declaraciones de Pep Segura, mánager deportivo del club, que cuando le preguntaron sobre si la posibilidad del regreso de Neymar se daba de bofetadas con su aireada política basada en el lema "el que se va, no vuelve", matizó que eso era "para jugadores en edad de formación, no es el caso de Neymar, Neymar era un jugador ya consagrado y se fue a causa de las leyes del mercado, obviamente, esa premisa no entra en su caso". Marramiau.

Arrepentidos. Si desde el vestuario barcelonista hay unanimidad en ver con buenos ojos el retorno del brasileño y en la secretaría técnica no se descarta, no es menor el entusiasmo por parte del propio jugador, que en su círculo privado y a sus excolegas en el Barça les ha comentado que no se encuentra a gusto en París y que su salida favorita, sin descartar otras, sería regresar al Barça. De ahí que todos remen en la misma dirección. No obstante, puede que a unos y otros se les pase por alto un pequeño detalle.

El detalle. No es otro que Neymar y el Barça se hayan denunciado mutuamente y que tiene cita en el juzgado, que el fichaje haya llevado al club a ser condenado penalmente por primera vez en su historia y que el contrato de su compra se hizo contraviniendo normas morales y, puede que legales. Por si fuera poco, la empresa DIS también tiene denunciado al Barça. Aún así, lo de su posible vuelta no es ningún rumor ni un globo sonda.