El Sevilla, el ejemplo del Espanyol

Lejos de la púrpura de Real Madrid, Barcelona, Atlético o Valencia, los cuatro equipos Champions, pocos encuentros son tan atractivos en esta Liga como este Sevilla-Espanyol, una redición de aquella final de la UEFA de 2007, ahora el duelo entre el segundo y el tercero del actual campeonato. El club perico siempre miró a los de Nervión como un ejemplo a seguir en todos los sentidos: por la capacidad para traspasar jugadores, el acierto a la hora de reemplazarlos y su extraordinario rendimiento deportivo. Y, también, por qué no decirlo, por su extensa masa social... Todo ayuda a permanecer en la elite.

Quiere el Espanyol llegar a esa zona europea para quedarse y no para ser un invitado, como ha ocurrido siempre a lo largo de la historia. Para ello hay que construir y tener una idea, y Rubi está siendo el mejor arquitecto posible. El Espanyol juega bien, es valiente y se adapta a cualquier contexto de partido. Y ahora le toca otro hueso que, además, tiene un estilo distinto como es el Sevilla de Machín. La partida de ajedrez cuenta con dos de los mejores especialistas. La victoria del Espanyol sería la confirmación de que va en serio. Valencia, Villarreal y casi el Real Madrid lo sufrieron.