Orgullosos, pese a la mala suerte

Este es el Real Valladolid de Sergio González. Un equipo humilde, un conjunto que se deja el alma en el campo en pos de una idea, en busca de un premio que se escapó por 10 minutos y un poco de mala suerte. Los disparos de Alcaraz y Toni Villa se estrellaron en el larguero y el centro a ninguna parte de Vinicius chocó en el cuerpo de Olivas y se fue para adentro. No hay análisis que pueda competir contra la diosa fortuna y ayer esta iba vestida de blanco.

Y orgullosos de que el equipo con menor presupuesto de Primera plantara cara al campeón de Europa por mucho que éste se encuentre en horas bajas. Decía Víctor Fernández ayer en As que para ganar en el Bernabéu tienes que hacer muchas cosas bien, aprovechar las tuyas y que ellos no marquen las suyas. El Valladolid mereció más, dominó en varias fases, pero no marcó. Pese a ello, la afición pucelana volvió orgullosa. Sigue la pelea por no bajar.